martes, 22 de septiembre de 2020

06024-115.IMPOSIBLES: ¡Gloria eterna a mis recuerdos!

DOCUMENTO ANTERIOR
06010 (17.09.2020 - 58.Virus Corona: Todo está controlado, y Cómodo)

DOCUMENTO POSTERIOR
06079 (20.10.2020 - Otoño)

    La noche me trae recuerdos nocturnos; ya sé que recordar es morir, lo dijo Cómodo Centón. En las noches, cuando el sol sigue existiendo, aunque yo no lo vea, la luna parece ser el sol, y yo me siento entre ambos esperando que un día se pongan en desacuerdo. Aquí, en tal espera, es cuando los recuerdos, que no me permiten vivir en presente, me llevan en volandas por la torridez extrema de la Tierra. Consisten esos recuerdos en no recordar, no recordar que estoy recordando, sino en vivir en futuro lo que fue el pasado, en un intento fallido de hacer de mi vida algo mejor, sabiendo que ese recordar es, tan solo, una película que me estoy inventando, donde cambio los recuerdos a mi antojo y obtengo las conclusiones, en presente, que no fueron posibles en pasado. Aquí siempre gano, siempre venzo, tanto a amigos como a enemigos, siempre digo la última palabra, y nadie la contraria me presenta. Es satisfactorio vencer sin contrincantes, apenas sin esfuerzo, de entrada, sabiendo que venceré en todo caso, que todos, por mí, serán humillados, ¡gloria eterna a mis recuerdos!

     Yo conformo, en mis recuerdos, la estructura del mundo entero, de la física que percibo, de la metafísica que concibo, que proyecto y creo, y aquello que imagino lo planeo, yo como centro, dando vueltas englobantes, sin resignación ni trascendencia, a mi en rededor como átomos que viven por mi deseo. Tomo en mi mano la nada, la posibilidad de que haya algo, y como consecuencia de su inexistencia, de la nada hago la muerte de los demás con la intención que yo quiero. Nada es ajeno a mis deseos, que tengo al sol a mi diestra sentado y en mi siniestra la luna está sentada, ¡gloria eterna a mis recuerdos!

     Los axiomas, formales e informales, vienen a pedirme sustento; en ocasiones me avengo, por un momento, pero rechazo sus pretensiones, que de darles lo que quieren, dejaría yo de ser el concepto que da concepto, y prefiero que sigan pendientes de ser proposiciones y enunciados, acaso verdaderos, sin límites e indemostrables, ejes del saber incierto, ¡gloria eterna a mis recuerdos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario