lunes, 21 de septiembre de 2020

06019-209.POLÍTICA: 01.El Franquismo: La hora de la venganza

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05984 (10.09.2020 - 04.La Guerra Civil de 1936-39: Grandes Batallas)

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     Cuando en julio de 1936 se inició la Guerra Civil de España, en la parte republicana, se podría decir, todos se compraron una boina y vistieron de obreros, menos algunos. Cuando en abril de 1939 terminó la Guerra Civil de España, se podría decir, todos se compraron un sombrero y se vistieron de burgueses, menos algunos. El ateísmo, en sentido amplio, había sido vencido, mientras que el catolicismo, en sentido amplio, se expandía por España como único credo político. En sentido amplio, los monos de trabajo fueron sustituidos por los trajes de chaqueta y la corbata. ESPAÑA ERA OTRA entre el treinta y uno de marzo de 1939 y el uno de abril de 1939; el "rito al paso" se ponía en marcha.

     Franco había prometido que serían represaliados, únicamente, aquellos que tuviesen las manos manchadas de sangre, y a los que pensaron "¡por fin ha terminado, ahora viviremos tranquilos!", se les agrió el pensamiento cuando Radio Nacional de España emitió el siguiente texto, "¡Españoles, alerta!, la paz no es un recurso cómodo y cobarde frente a la historia; la sangre de los que cayeron por la patria  no consiente el olvido, la esterilidad ni la traición. España sigue en pie de guerra"

      La REPRESIÓN había comenzado, y no solo sobre las manos manchadas de sangre.

     Había tenido lugar un RITO AL PASO; pasar de una parte a la otra, buscar un hueco en la nueva sociedad, deshacerse de las creencias de la vieja vida, aprender las creencias de la nueva vida. Pero lo que nadie pensó, nadie imaginó, fue que aquella nueva vida duraría cuarenta años, ni siquiera Franco lo pudo pensar a pesar de su idea de "la colina".

    Lo que pensaban algunos generales que había conocido a Franco en África, que cuando Franco tomaba una COLINA, no la devolvía, sería una realidad una vez más. Franco había tomado el Palacio del Pardo y no lo devolvería jamás.

    Pero aquel conocimiento que tenían algunos militares de Franco, era pura ignorancia entre los españoles; de Franco se podía decir cualquier cosa, insultarle incluso, pero a Franco esas "palabras" por una le entraban y por otra le salían, porque en Franco anidaba, en silencio, el "día que te coja, ya veremos", y esta realidad era desconocida por los españoles, incluidos algunos de sus propios generales.

    Cuando Franco es nombrado como mando único para ganar la guerra se le asigna la tarea de ganar la guerra; punto final. Estaban convencidos, unos que volvería la monarquía, otros que volvería la república, de ahí que pronto podrían manipular a Franco para dar una vuelta atrás de régimen; y entre ellos estaban Kindelán, Varela, Aranda, Queipo de Llano y Yagüe entre otros, y todos fueron enviados al ostracismo, de un modo u otro, de la realidad de la España Franquista, mientras el resto ocupaba cargos en el Nuevo Estado, donde el ejército era franquista. 

     La FALANGE ESPAÑOLA Y DE LAS JONS fue succionada por Franco, que se nombró "jefe" de la misma, y la IGLESIA CATÓLICA entró en sumisión hincando las rodillas ante "el palio". A cambio, a ambas organizaciones dió Franco vía libre para recorrer el CORTIJO ESPAÑA a sus anchas y libre albedrío. Así, entre 1939 y 1950, se impuso la LIMPIEZA; entre homicidios por diversas causas, animales venenosos, envenenamiento por alimentos, gases tóxicos, quemaduras, sofocación por mecánica, sumersión en líquido, traumatismos diversos, hambre y sed, frío y calor, corriente eléctrica, ejecuciones civiles sin juicio y ejecuciones judiciales, suman cerca de 214.000 a los ajusticiados. Claro está, sin olvidar a los miles que pasaron parte de su vida en las mazmorras franquistas.

     Teóricamente STALÍN se sometía a la constitución de las repúblicas socialistas soviéticas, y teóricamente HITLER se sometía al parlamento alemán. FRANCO, sin teoría alguna, se sometía solo a Franco; la Ley de la Jefatura del Estado del ocho de agosto de 1939 le daba a Franco el poder de escribir y sancionar leyes y decretos sin conocimiento del Consejo de Ministros, es decir, el poder absoluto dentro de un Estado Totalitario, dicho de otra manera, Franco era, en sí mismo, el poder ejecutivo, el poder judicial y el poder legislativo.

     A lo largo de los años, entre 1939-1945, el ESTADO TOTALITARIO formado fue publicando una serie de leyes que conformarían su estructura y se extenderían, con sus modificaciones, durante casi treinta y cinco años más.

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