lunes, 19 de septiembre de 2011

00692-19.ECONOMÍA: 05.La Lista de la Avaricia: 02.Indulgencias y Liquidez

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II : DE LA LIQUIDEZ

Una de las noventa y cinco tesis de MARTÍN LUTERO venía a decir "mejor socorrer al pobre que comprar indulgencia". Lo que en una interpretación extremadamente libre vendría a ser "mejor socorrer al pobre que comprar papeles". Cuando la GENTE compraba "indulgencia", obviaba la presencia del pobre para anteceder su salvación en base a la remisión de la pena. El resultado era la LIQUIDEZ. Hoy el BRUJO DE LA BOLSA DE COMERCIO compra "papel", ignorando la presencia del pobre, para asegurar su salvación en la Tierra, mediante la obtención de una "liquidez". Nace el problema del Brujo cuando no dispone de "liquido", de modo que ha de endeudarse para obtenerlo. La idea, pues, consiste en obtener un "liquido" que produzca, por venta de "papel", "más liquido", que sirva para pagar la deuda y permita, con ese "más liquido" adquirir "mucho más liquido"; esto es lo que hacía ALBERTO DE BRANDEBURGO.

EL HOMBRE DE HOY DÍA, aquel que vio la luz con el "renacimiento", es un "Alberto de Brandeburgo" que ignora la economía y ama lo financiero. No le interesa prevenir la salvación de su futuro sino que está plenamente dedicado a la salvación de su presente. Ahora bien, "salvar el presente" es lícito, no cabe duda alguna. La cuestión radica en que por "salvar el presente" bien puede "perderse", y si la "pérdida se asume" bien esta el esfuerzo realizado, pero cuando la "pérdida" viene a ser reclamada a "otro", la "reclamación" es, en si misma, una estafa.

Y es lo anterior lo que viene a sucederle al BRUJO DE LA BOLSA DE COMERCIO cuando por salvarse descubre que su "liquido" es ahora "papel" sin valor alguno. En este punto es cuando el BRUJO acude a la GENTE, haciéndole creer que por el "papel" se obtiene la absolución a la vez que la remisión de todas las penas, que por la salvación de lo financiero vendrá la salvación de la economía.

Sin embargo nos encontramos ante una FALACIA, ya que "adquirir para adquirir" es una espiral, un proceso interminable, que acaba en la desasistencia de uno mismo por sí mismo, en un abandono ajeno, en la miseria y muerte. En este instante ese hombre "Alberto de Brandeburgo" comprende que la LIQUIDEZ es, en sentido estricto, una ilusión prendida en un sueño.

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