lunes, 26 de septiembre de 2011

00704-41.SOY EL DESCANSO DE MI MISMO: 01.De la discusión a la demostración

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Pareciera, llegado a este punto de la evolución, que regresase as la Idea del Hombre el ya dicho concepto de "hombre" como la medida de todas las cosas, solo que, como la Fe añade, es una copia de Lo Eterno. Vuelve la razón a ser parte de la Fe, siendo en la teoría y en la práctica la Regla Decisiva regida por Lo Eterno, de tal manera que el camino se recorre de arriba a abajo, de lo simple a lo compuesto, lo que se hace por medio de la INTELIGENCIA, capaz de deslindar ls cosas como sede de los opuestos, pero la RAZÓN actúa como ese punto necesario, existe Lo Eterno, donde los extremos coinciden. Todo está en todo, de ahí que el conocimiento sea conjetura; en el INFINITO desaparecen las diferencias.

Lo cierto es que cuanto más seguro es algo, más próximo llega su decaer. Razón y Sentidos han mantenido una legendaria lucha que los ha separado, unidos y dominado a uno sobre otro. Forma y Materia se han enfrentado en los campos de batalla, y de esos duelos, siempre presididos por Lo Eterno, la victoria y la derrota se han ido intercalando como si de una sucesión de IGNORANCIAS de la IDA DEL HOMBRE se tratase. La DISCUSIÓN ha dominado; es el pasado. La DEMOSTRACIÓN llega; es el presente.

La Discusión está bien cuando el campo de actuación se vuelve ilimitado, pero al limitarse el terreno surge el Escepticismo de la mano de la CIENCIA, que se convierte en una razón que presenta incertidumbres. Cómo se adquieren estas certezas, qué proceso lleva a ellas, es el camino que la Idea del Hombre inicia como negación del pasado y afirmación de un presente que abre las puertas del futuro.La Idea del Hombre sitúa al Hombre en el centro; es Lo Eterno en la Tierra, pero Lo Eterno sigue existiendo. El Hombre vuelve a ser la medida de todas las cosas, pero a costa de separar Razón de Fe. Se quiere dejar atrás los orígenes pero volviendo a ellos. El Hombre participa en la vida, en el arte, en la ciencia, sin olvidar que alguien superior lo vigila. Todo parece volver; así, en la Idea del Hombre la Razón es de lo único que se puede estar seguro, porque el pensamiento es puro y porque en las ideas llegamos al conocimiento, y al tiempo la Idea del Hombre insiste en la realidad de los Sentidos, porque por éstos se obtiene el conocimiento, y además el imperio de las reglas personales ha de prevalecer sobre las leyes morales. Consideración del propio "yo" personal y que es el "uno-todo" y sobre el "sin fondo" de todo. Pero sobretodo es el momento de la NATURALEZA, no como una concepción que recoge la unión de Lo Eterno con el mundo, tampoco como una plasmación de la bondad de Lo Eterno. La Naturaleza es vida y existencia, experiencia y conocimiento concreto de la Naturaleza. Pero más allá de lo parcial, fija en el conjunto la unidad del todo en el cuerpo y en la vida del Hombre, en la Naturaleza y el Mundo.

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