Documento posterior 00816
En el ángulo oscuro de esa calle cuarteada
rompen los gritos sus angustias, y yo voy,
como yendo, a su lugar y a su encuentro.
Nada veo cuando llego, todo está lleno
de vacío, parece que se han ido, me parece
que se están yendo, cierto, en la otra esquina,
de la misma calle, les veo, gritan de nuevo
aquellas tronadoras angustias mientras
se van yendo conforme me acerco, de nuevo
huyen, las sigo, a la siguiente esquina, se
detienen y gritan, de nuevo, sus angustias.
Quedo quieto, harto estoy de seguir, esquina
tras esquina, a esos gritos gritando angustias.
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