martes, 1 de noviembre de 2011

00768-19.FIESTAS: 04.Primero de Noviembre

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04693 (31.10.2018 - 05.Primero de Noviembre
                                       El Puente de Jaloui  - "Halloween" para los ilustrados)


En documentos anteriores hemos hablado de las distintas celebraciones que tienen lugar alrededor del "primero de noviembre"; muertos que acceden, siguiendo a Riemann y a Einstein, al mundo de los vivos, santos en el cielo y difuntos en el purgatorio. Sin embargo, queda un resto, son aquellos muertos que no son santos ni parece que, por sus virtudes, sean aquellos que aspiran a entrar en el cielo tras la correspondiente purga; tal es el caso de Cómodo Centón, que cuando en cierta ocasión pudo entrar en el cielo, él mismo se negó a entrar, pues en el cielo, según le dijeron, manda "uno" sobre los "demás", o dicho de otro modo, en el Cielo no han oído hablar de la "democracia", esto es, siempre manda "el mismo". Otros casos conocidos son el del Caballero Tannhauser, así como el de Jack El Tramposo, cada uno por su especial motivo.

Nos queda, conforme a lo anterior, el DÍA DE LOS INFIELES DIFUNTOS. Decir, en primer lugar y con carácter evidente, que tal día no existe, no cabe pensar que existen "infieles difuntos", pero... no obstante podemos decir que Los Infieles Difuntos se ordenan dentro de un campo no uniforme, donde el "espacio-tiempo" sufre de continuas deformaciones. Se trata, pues, de extraerlos de su campo imaginario y de incorporarlos como cuarto día de festejos en torno al "primero de noviembre". Lo primero que cabe decir de ellos es que se mueren, esto es, fueron "vivos" que "se murieron", son difuntos por tanto, y por serlo merecen el respeto de los vivos, y que de los vivos sean objeto de celebración. Ciertamente no son difuntos al uso, no son "fieles", no quieren ser "fieles" ni menos aún aspiran a la santidad, más son muertos que antes fueron humanos. Lo segundo es que su ubicación dentro de una comprensión imaginaria, hace de ellos "seres no difuntos", de modo que lo que está más allá de lo real es de difícil comprensión para la mente humana, y cae dentro del absurdo de lo imposible; por ejemplo: ¿se imaginan ustedes que alguien diga que la propiedad privada no tiene transcendencia constitucional?, pues hay jueces que afirman que la propiedad privada carece de transcendencia constitucional. Esto mismo, o más concretamente su pensamiento, es lo que efectivamente niega la existencia de los "infieles difuntos" y, por tanto, que el respeto hacía los mismos, y en especial a su existencia, sea objeto de negación y no celebración por los humanos.

Quiere CÓMODO CENTÓN, a la vista de lo anterior, postular por que el TRES DE NOVIEMBRE sea declarado el día de los INFIELES DIFUNTOS, y celebrado con los tres días anteriores, por los humanos, con gozo y algarabía festiva.

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