domingo, 27 de diciembre de 2020

06227-124.IMPOSIBLES. La partida de cartas

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06194 (13.12.2020 - Odila)

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        Publicado en
Revista “Capa” 
Alicante, julio de 1980
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Me despertaron, ya avanzada la noche, las voces de mi mujer y su amigo. Eran ya varias las veladas que de vez en cuando se organizaban para jugar a las cartas. Al principio, a pesar de que lo encontré extraño, lo dejé pasar. Pensé que aquello no duraría mucho; por otra parte, una noche se puede aguantar la excentricidad de alguien y más si ese alguien es tu mujer. Sin embargo, el hecho pasó de un día a muchos, cada vez más continuos.

Una de aquellas noches, como digo, me despertaron. Me levanté desnudo, pues tengo la costumbre de dormir sin pijama, y colocándome las zapatillas fui al baño. Me lavé cuidadosamente y regresé a la habitación. Cogí a mi mujer y desnudándola entré en ella cuando aún estaba fría y contra su negativa a hacer el amor de aquella forma tan bárbara y ante aquel señor que jugaba a las cartas. Salí de ella cuando más daño le estaba haciendo para volver mi vista hacía aquel señor que seguía sentado con las cartas en la mano, moviendo ligeramente la cabeza como diciendo “no”. Y desapareció. Ya nunca pude volver a hacer el amor con mi mujer, pero logré desembarazarme de aquel señor jugador de cartas.  

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