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06157 (21.11.2020 - De las relaciones sexuales)
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Bien está, nos dice Cómodo Centón, que la MUJER quiera "sentir" durante el proceso sexual. Bien está que la Mujer quiera "sentir" durante el acto sexual. Pero, también está que el HOMBRE durante el "proceso sexual" quiera sentir. Lo cierto es que el SEXO es aquello que la PERSONA ha inventado para disfrutar de "un proceso".
Dicho de otro modo, NINGÚN ANIMAL NI VEGETAL entienden lo de "disfrutar del sexo", de ahí que el sexo, para los humanos, sea, o quiera ser, "disfrute", esto es, sea UN INVENTO.
Crear "un invento" está bien, pero exigir "la sumisión a un invento" es pura dictadura.
Lo cierto es que el MUNDO NATURAL, cuando lo masculino y lo femenino se unen, es para PROCREAR: lo demás es "el invento". En general, advertimos, "lo masculino" no disfruta, sino que disfruta cuando su semen, al salir, lo libera de un dolor que impone a "lo femenino". Sin embargo, siempre hay excepciones; AMANTIS RELIGIOSA es una "hembra machista" que permite que los machos se peleen entre ellos, para, de seguido, follarse al macho vencedor, el cual se convierte en comida de la hembra. Dicho de otro modo, toda feminista es una amantis religiosa.
En el MUNDO HISTÓRICO lo que se da es el invento del proceso del placer; el sexo es bienestar de "lo masculino" al cual aspira "lo femenino". Y en el PROCESO se dan una serie de condiciones que impone LA MUJER; los preliminares de la mujer importan, la insistencia del hombre, si la mujer no quiere, produce cansancio femenino, y las posturas son determinantes para la mujer, todo lo cual produce un "teatro femenino" donde lo masculino es "el protagonista" que no quiere ser, de modo que la sumisión del hombre, en el acto sexual, se convierte en un suplicio innecesario cuando lo único necesario es la simple y llana penetración del pene en la vagina con la consiguiente trasferencia de semen.
Otra cuestión es si se está conforme o no con lo antedicho.
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