miércoles, 12 de mayo de 2010

00136-7. EL PRINCIPIO: del artículo 15

Artículo 15: de los monstruos y de las cosas.
- Alto ahí... ¿y nosotros?
- ¿Qué pasa con vosotros? -preguntó Cómodo Centón-
- ¿Acaso no tenemos derecho al suicidio?
- ¿Y quienes soís vosotros?
- Las Ideas, los Conceptos, las Palabras, el Arte...
- ¿Y tú quién eres?
- Soy el Renacimiento, y éste es la Edad Media...
- Así me llamó él
- Ya no quedan hombres renacentistas; quiero el suicidio
- Pero si te suicidas, quedaría un espacio en blanco en la Historia
- Eso no es problema mío
- Pero mío si -dijo la Historia-
- ¿Y tú, quién eres?
- La Historia; si el Renacimiento se suicida, yo me quedaría con un agujero en mi existencia
- Eso parece cierto
- Pero no es mí problema -dice el Renacimiento-
- También eso es cierto -dice Cómodo Centón-
Todos parecían estar enterados del secreto trabajo que Cómodo venía haciendo. ¿Quién le puede negar a una idea el derecho al suicidio?. De éste modo sucedió que los días que siguieron fueron desconcertantes para el Héroe de Herpetol. No conseguía centrar su atención en la tarea encomendada, rechazó la ayuda que el Facistol, el Perro Ciego y la Calavera le ofrecieron, y se negó a decidir entre la Ley de Melampo y la Ley de la Ignorancia. Dijo: "trabajar en equipo es imposible, una quimera que une a los hombres en sociedad y los aleja de su condición de individuos. Trabajar en equipo significa discutir sobre las ideas y los conceptos, pensar eternamente para concluir en un efecto que resulta extraño a cuantos se han ejercitado en el mismo. La consecuencia es una evidencia que no queremos ver: trabajar en equipo es la incapacidad para trabajar como individuos.
El Viejo Loco le escuchaba.

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