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El MODO CIENTIFICO DEL PENSAR requiere de una aptitud primitiva como incursa dentro de la necesidad del Hombre por Saber, y de actitud que toma a la Naturaleza como punto de partida. En esta posición se requiere de unos instrumentos que no siendo absolutos reflejen lo real de lo absoluto; se trata de conceptos variables, no definibles, ampliamente interpretables y capaces de incorporarse al Pensamiento como inherentes al mismo Pensar. Así es como el SER, la ESENCIA y las LEYES se presentan como los sujetos de la CRITICA ACTIVA, en la cual reside la característica básica del Modo Científico del Pensar. Ya no basta con aceptar una Idea que comprometiendo el Saber sea suficiente para impulsar la realidad, provocando su modificación y aceptación.
Se inicia, pues, un PENSAR DEMOSTRATIVO capaz de ser examinado por la RAZON, de modo que a través del conocimiento adquirido sea posible transitar hacía lo Eterno como ORIGEN, manifestándose como existe lo interior y lo exterior, estándo compuesto todo de ambos elementos, de modo que todo cuanto existe es MATERIA, la cual se contempla como finita, pero aún considerando que sea infinita es la propia Materia la que fija los límites por medio de la FORMA. Esta relación entre Materia-Forma se conviene como lo Eterno, de tal evidencia surge como todo está hecho de una MATERIA PRIMA.
Adquirido éste conocimiento como un valor se impone encontrar el significante del primero de los conceptos que responde al Origen. La observación de la Naturaleza deja caer la mirada del Hombre sobre el elemento esencial de la vida; el signifero es el Agua.
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