sábado, 8 de octubre de 2011

00720-84.HISTORIA DEL MUNDO: 02.Bélgica: la deriva de un estado federal

Documento anterior 00716
Documento posterior 00723 - 02001 (07.10.2014)

BÉLGICA es un caso especial y significativo del miedo a la guerra y del horror a vivir todos juntos. ¿Cómo es posible que si los "belgas" hablaban una lengua allá cuando Julio César, hablen hoy día tres lenguas acá con la democracia?.

Y, ¡por favor!, no me digan que la democracia es la democracia y lo demás son dictaduras..., dice CÓMODO CENTÓN y añade que son las razas, las lenguas, las religiones y los nacionalismos los cuatro jinetes del apocalipsis, como ya es, en otros documentos de éste índice, dicho.

En el caso de BÉLGICA es la lengua; ¡la maldita lengua!. La "lengua" que nos enseña a ser "únicos", "distintos", "mejores que aquellos que usan de otras lenguas", la "lengua" que nos introduce en el "nacionalismo", en ese pequeño e insignificante territorio en el que hemos nacido. La "lengua" sobre la que construimos una "cultura" que nos llena de vanidad y soberbia.

Seamos claros: los belgas no existen. Julio César los liquido, y los que quedaron terminaron por ser liquidados por los francos. Pero, como por arte de magia las DIECISIETE PROVINCIAS aparecieron, hasta que la primera escisión del territorio, de origen religioso, dejo fuera a las "Provincias Unidas" al norte, con frisones y holandeses, ambos germanos y protestantes, y al sur con los Países Bajos Españoles, con flamencos y valones, ambos católicos, los primeros germanos, latinos los segundos.

Con el tiempo BÉLGICA se convertiría en un estado unitario, formado por dos "grupos raciales", quedando al norte los flamencos-germanos con su lengua flamenca, y al sur los valones-latinos con su lengua francesa, para iniciarse una derivada nacionalista, basada en la lengua, que transformó al estado "unitario" en uno "federal". Tal deriva se ha acentuado.

Hace apenas unos días y tras casi dos años de desencuentros y un "falso gobierno", BÉLGICA ha claudicado un poco más en su soberanía, ha cavado un poco más su propia fosa y tal vez, acaso, tenga ya encargado su ataúd. Nos encontramos ante la SEXTA REFORMA CONSTITUCIONAL, donde las dos regiones ganan gobierno, decisión e independencia, aprovechando que "los belgas" no existe. Y parece que a todos satisface..., pero no. La satisfacción no es eterna, tiene caducidad temporal, de modo que tarde o temprano asistiremos a la "SÉPTIMA reforma constitucional", donde el estado federal belga derivara en estado confederal belga, porque lo que subyace en la esencia de los cuatro jinetes del Apocalipsis son los siete pecados capitales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario