Ha llegado la hora del Alardo o Trons o Batalla. Abren el desfile los cristianos, que lo hacen caminando de espaldas, con el arcabuz disparando al cielo, en hilera de dos tiradores; lo mismo los moros, que caminan de frente y cierran el acto. Ambos bandos son acompañados de las cantineras, mujeres que portan bebida para los guerreros. Son casi dos horas ensordecedoras, donde las descargas de polvora llenan de ruido y humo la ciudad de Jijona. En esta representación los cristianos retrocen ante el avance moro, para ser vencidos en el campo de batalla en el se ha convertido el pueblo. Las representantes moros, desde el Ayuntamiento, donde la unidad de cuerda y percusión, hace el primer toque de llamada, marchan por la "plaza", haciendo dos toques más de llamada y un cuarto a píe del Castillo de Fiestas, donde exigen a los cristianos la rendición de la ciudad, que tiene lugar con la toma de la fortaleza por los moros.
Podemos considerar "los truenos" como el acto más caracteristico de la fiesta de moros y cristianos en Jijona, pero es un acto que se precipita en una lenta y continua decadencia, potenciada, año tras año, por el cada vez más reducido número de participantes, la casi inexistencia de cantineras, y el casi nulo número de mirones, a lo que se añade las cada vez mayores medidas de seguridad y administrativas. Si en algo se aprecia la victoria de lo femenino sobre lo masculidad es el retroceso del acto de la batalla. Otro asunto que denota la decadencia de este acto reside en la Música; los músicos de toda la vida fueron hombres, y estas bandas de músicos siempre acompañaron a los tiradores en el "alardo" marcando el ritmo de la arcabucería, sin embargo, hoy día las bandas de músicas están llenas de mujeres, y, curiosidad, nace la negativa a tocar en los "truenos", incluso abandonando la marcha a medio camino, y lo que aun resulta más curioso, ya hay bandas de música que en sus contratos especifican que si llueve la decisión de no salir la toman los músicos. Por otra parte, ya es costumbre que sobre las aceras de la "plaza" caminen gentes de protección civil con extintores y otras protecciones.
A continuación todos los grupos desfilan desde el Castillo de Fiestas hasta el Ayuntamiento y se prepararan para la Retreta; después de la lucha los combatientes han de descansar, y lo hacen con un acto más carnavalesco que de retirada a los cuarteles. Antiguamente la "retreta" consistía en un desfile alegre donde cada uno de los participantes portaba un farorillo que llenaba de luz la noche jijonenca; hoy es un carnaval fuera de su tiempo y espacio, que dura demasiado y que solo aporta folclorismo, en su sentido más nefasto, a las fiestas de moros y cristianos.
TERCER DIA - LUNES: Tiene lugar la Diana. Más tarde se inicia el Juicio del Moro Traidor; éste moro ha entrado en tratos con una cristiana, traicionando al bando de la media luna. El acto es, si acaso, el más representativo y sobrecogedor de cuantos se contienen dentro de la fiesta en Jijona. La comitiva arranca del Ayuntamiento. A los lados de la calzada hombres y niños de las filaes, por el centro de la calle se ve, atado de pies y manos, al Moro Traidor que intenta zafarse de sus guardias, cuatro marroquís, acompañados por seis moros rojos portando arcabucería, seguidos de una escuadra de moros amarillos, tras los cuales marchan los miembros del tribunal y el capitán y abanderado moro, cerrando el desfile la banda de música. En el Castillo de Fiestas tiene lugar el Juicio, donde fiscal y defensor exponen sus alegatos, pero Mahoma no perdona, no es de recibo que un moro bese la mano de un cura y se haga cristiano. La sentencia es clara: tiros al marrano. Muerto el Traidor, inicia la comitiva el regreso por la "plaza" hasta el Ayuntamiento, acompañando al acto una marcha mora.
Sigue la Misa en honor de San Bartolomé, patrón, en la arciprestal Nuestra Señora de la Asunción al Cielo; acuden las autoridades, los festeros parecen no sentir devoción. Y a la hora señalada Salida de Misa o desfile hasta el Ayuntamiento, aquí si que se ven festeros. De seguido regreso a los cuarteles.
Muy Bueno!
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