sábado, 6 de agosto de 2011

00647-44.ALICANTE: 07.Arquitectura: 01. El Claustro

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02524 (05.10.2015 - 08.Arquitectura: 01.Les molesta casi todo)
El edificio conocido como EL CLAUSTRO es tan feo como patético. Situado al norte de la concatedral de San Nicolás, ocupa el espacio que en su día dejaron unas casas que, tras ser derribadas por su estado ruinoso, debieron de ser levantadas, conforme a la tipología propia de la zona, para mantener el estatus urbano tradicional.
Pero no, algunos pensaron, porque los franquistas pensaban, posiblemente un político y un arquitecto, que en aquel espacio vacío bien se podría hacer algo donde dejar su impronta. Así que en el rehundido trazaron un área entre cultural y empresarial, desde donde era posible contemplar al desnudo el interior del claustro de la concatedral mientras se podían realizar unas compras en plan arte-sano y en las aparentes "tabernae romanas". Aquello se convirtió en una cloaca, el comercio fracasó y hubo de colocarse unas celosías sobre las arcadas del claustro.
Pasado un tiempo, algunos pensaron, porque los demócratas también piensan, posiblemente un político y un arquitecto, que aprovechando que "La Luz de la Imágenes" pasaba por Alicante, bien se podría abrir en aquel lugar como un "centro de recepción" para el acontecimiento de las "imágenes. La idea era llevar a cabo una aproximación para llenar aquel vacío, y hacerlo con un edificio efímero, conforme a lo cual se instaló en el lugar un edificio acristalado y moderno que, por su fealdad y encontrarse fuera de composición del lugar, era harto visible pero quedaba el consuelo de su finitud.
Tiempo más tarde y aprovechando que por allí pasó el Patronato Municipal de la Vivienda, algunos pensaron, porque los demócratas, al igual que los franquistas, también piensan, posiblemente un político y un arquitecto, en hacer un edificio más grande y más feo, entre metálico y acristalado, bajo la idea de la recuperación edilicia y del tejido social del casco antiguo, de tal manera que por esta y otras actuaciones conseguir que ya no casco antiguo sino casco moderno viniera a llamarse la zona tradicional alicantina. Pero no siendo esto suficiente, algunos pensaron, esta vez los del Patronato Municipal de la Vivienda, que esta impresentable caja entre gris y acristalada, bien podría ser su propia vivienda, que la tendrían a pie de calle y que allí se podrían celebrar reuniones.
Hay que partir de un principio terrorífico: entre dictadores y demócratas el CASCO ANTIGUO de Alicante es una mezcla de morfologías diversas que indefinen un concepto de Alicante y potencian un batiburrillo de seudo-estilos. Pretender justificar la existencia con argumentos, entre arquitectónicos y económicos, livianos para hacernos creer lo malo que eran los dictadores y lo bueno que son los demócratas, no hace que olvidemos que delante sigue yendo el "burro" que guía a la recua.

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