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El tiempo ha ido acumulando en Alicante diversos monumentos y casas, tanto oficiales y religiosas como señoriales y de la burguesía, que el "alicantino" ha aprovechado para ir destruyendo poco a poco, sin problema alguno de conciencia histórica. Pero quedan, a pesar de todo o por lo mismo quedan algunas muestras, como si ese desencuentro entre Alicante y el "alicantino" hubiese formado vías paralelas de comportamiento y decisiones. Recordemos, figura en párrafos anteriores, que un ALICANTINO es una víbora, una cepa, y, al decir de Cómodo Centón, un antinacionalista, como si ese "mare nostrum" fuese, en realidad, un "mare vostrum".
Alicante se guarda entre dos montañas, con sus fortalezas, y el mar. Sobre el MONTE BENACANTIL corona la FORTALEZA DE SANTA BÁRBARA que fue "mora" y sobre el segundo monte encontramos el CASTILLO DE SAN FERNANDO que quiso detener a los franceses de Bonaparte. Desde ambos se contempla a Alicante extendida.
La BASÍLICA de SANTA MARÍA se asienta sobre una antigua mezquita, respondiendo su interior al estilo gótico, hallándose decorado el presbiterio por un impresionante conjunto rococó y la por tres pórticos barrocos. Ya en el espacio que corresponde a la época de la reconquista, y sobre un antiguo templo cristiano, se levanta a lo largo del siglo XVII la IGLESIA CONCATEDRAL DE SAN NICOLÁS, donde un gran espacio interior queda coronado por una cúpula almohadillada, hallándose completada por un claustro y la CAPILLA DE LA COMUNIÓN, obra maestra del barroco en Alicante. Se complementa con el CONVENTO DE LA SANTA FAZ, cuya actual fábrica es del siglo XVIII, y que conserva en su interior uno de los paños con los que la Verónica alivió a Cristo en su subida al Calvario; anualmente se celebra la "romería de la santa Faz" desde el siglo XV. Merecen, de igual modo, ser visitadas la ERMITA DE SAN ROQUE y la ERMITA DE LA SANTA CRUZ.
Entre los edificios civiles destaca el AYUNTAMIENTO, cuya construcción fue a lo largo del s.XVIII, de tres alturas y con dos torres laterales terminadas en cubos; destaca la "cota cero" que mide la altura de los accidentes geográficos en España, y la zona noble del edificio en el primer piso. De la misma época nos encontramos con grandes "casonas" como el PALACIO GRAVINA, "señoriales"en la calle de Labradores y el PALACIO DEL MARQUES DEL BOSQUE,a sí como la ASEGURADA. Por otra parte son diversos los estilos arquitectónicos que han ido configurando a Alicante. Como elementos CLÁSICOS, además de varios edificios particulares, destaca el Teatro Principal, la Plaza de Toros y el palacio del Conde de Soto Ameno. Del ECLECTICISMO HISTÓRICO destacan la estación de La Marina, el edificio de la Aduana, la Lonja de Pescados y la Estación de Benalúa, así como varios edificios particulares. Del MODERNISMO podemos contemplar destacada aportaciones como la Casa de Martínez o de Las Brujas, casa en la Plaza del Abad Penalva, en el Portal de Elche y en la Plaza de Balmis. En cuanto al CASTICISMO destaca la Diputación Provincial, el Mercado Central de Abastos, la Casa de Socorro y la Casa Carbonell. Finalmente es interesante el CONJUNTO "HERRERIANO" de la Plaza de la Montañeta y formado por el Gobierno Civil, la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y las delegaciones de Hacienda y Obras Públicas.
Queda el Alicante del "paseo", con la Playa del Postiguet, la Explanada de España, el Puerto, el Parque de Canalejas, la Plaza de Gabriel Miró, la Plaza de Los Luceros, el entramado vial del casco antiguo y el ensanche, todo lo cual hace posible que el Viajero se identifique con los colores blanco y azul de Alicante.
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