viernes, 2 de diciembre de 2011

00825-21.FIESTAS: Esclavitud

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-I-

Hoy se celebra el DÍA INTERNACIONAL PARA LA ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD. La Convención sobre la Esclavitud de 1926 declaró ilegal la esclavitud, lo que se hizo bajo el amparo de la SOCIEDAD DE NACIONES. Será en 1949 que la ONU asume los compromisos anteriores, aprobando el Convenio para la Represión de Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena, para ser en 1966 que se acuerda declarar el dos de diciembre como el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud.

Se entiende como ESCLAVITUD el estado o condición de un individuo sobre el cual se ejercitan los atributos del derecho de propiedad. Son los ESTADOS los responsables de cumplir con esta norma. Se trata de erradicar las formas contemporáneas de esclavitud, como es la trata de personas, la explotación sexual, el trabajo infantil, el matrimonio forzado y el reclutamiento forzoso de niños en conflictos armados.

-II-

Es cierto que queda atrás, en el tiempo y la historia, el acto de la posesión real de una persona mediante la potencia efectiva que, jurídicamente, permitía tal actividad. El derecho a esclavizar, poseer en propiedad tal actividad mercantil, heredar la autoridad sobre otros seres humanos, si bien ya no es objeto de potencia jurídica, se práctica como acto consentido en determinados "estados" y "sociedades", de modo que la transmisión de mercancía humana, más o menos encubierta, refleja el abandono que el Hombre siente por el Hombre cuando la tierra no vale nada, cuando carece de riqueza natural, cuando el sentimiento religioso impone normas de sometimiento civiles en un imaginario mundo espiritual.

La POSESIÓN es una atracción "en sí misma", un alarde de manifestación de poder, una potencia personal que conlleva la ejecución de actos no responsables. Por la "posesión" se toma la verdad de uno mismo por cierta, y se ejerce hasta sus ultimas consecuencias.

Desde la esclavitud real, ampliamente desterrada, a la esclavitud actual, hondamente oculta, el Hombre se ve inmerso en un proceso de liberación de sí mismo hacía ningún sitio, ya que las estructuras que lo sostienen están poseídas por la evidencia de "su felicidad" frente a la "felicidad de otros". Y ya que no se entiende que la "felicidad" sea un elemento propio, se ejerce, por aquel que tiene en esencia la potencia de proceder al acto, como una extensión de la materia que pretende aprehender la inmaterialidad de la "felicidad". No importa que la "infelicidad del otro" sea manifiesta, lejos de ahí se entiende que no es posible "felicidad propia" sin "sometimiento ajeno", de modo que el AMOR es un sentimiento parcial en el que concurre el desprecio por el "otro", dice Cómodo Centón.

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