00831-92.HISTORIA DEL MUNDO: 01.Rusia, elecciones

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04182 (02.03.2018 - 02.Rusia: Putin El Zar en su poder)

RUSIA es un país tan grande que, mirando el globo terráqueo, parece no tener fin, pues linda con Europa, con Asia, con América y con Oceanía. Y con tales medidas, algo más de 17.000.000 kilómetros cuadrados y casi el diez por ciento de la tierra firme, con nueve husos horarios, y apenas 150.000.000 de habitantes, la primera impresión que da es que sea, radicalmente, ingobernable. Pero RUSIA, además, es, en sentido estricto y compartido con China, la historia de la dictadura.

Los zares (autócratas en estado puro) llevaron la esclavitud del pueblo ruso hasta los principios del siglo XX, para ser relevados por los comunistas (autócratas en estado puro), quienes extendieron la esclavitud mediante el Tratado de la Unión de 1922, firmado por Rusia, Ucrania y Bielorrusia, así como por los miembros de la Federación de la Transcaucasica (Azerbaiyán, Georgia y Armenia). Quiso Gorbachov renovar el citado Tratado de la Unión, pero la "perestroica" había exacerbado el poder de las repúblicas sovieticas, algunas de las cuales, y entre ellas Ucrania, ya hablaban de la "independencia". Fue entonces, año 1991, que Kravchuk por Ucrania, Yeltsin por Rusia y Shusukevich por Bielorrusia, (los tres autócratas en estado puro) redactaron y firmaron (porque en una reunión de caza se les ocurrió) un documento en el que se denunciaba el Tratado de la Unión de 1922, daban nacimiento a la Comunidad de Estados Independientes (CEI), y consiguientemente declaraban la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. De inmediato llamaron a George Busch de Usa, y se lo comunicaron; el Usa contestó que vale. Después llamaron a Gorbachov, quién de esta manera se enteraba que ya no era el "jefe" de la URSS, por la sencilla razón de que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas ya no existía.

Han pasado VEINTE AÑOS, y esta Rusia que hoy celebra elecciones vive bajo la vara de PUTIN EL AUTÓCRATA y su alumno MEDVÉDEV. Cuando un país celebra unas elecciones, tal asistencia a las urnas ha de resultar, de principio a fin, un proceso limpio y pacifico. De otro modo, cuando la duda planea y se habla de ella, cuando la limpieza y la paz no son los sujetos activos de una votación, ese país necesita mucho más de democracia.