jueves, 8 de diciembre de 2011

00837-23.FIESTA: 02.Lunes de fiesta

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-III-

Postulemos, por un momento, la veracidad del concepto: las fiestas los lunes y solo los lunes.

En el pueblo de Cómodo Centón la fiesta local, este año, resulta ser un martes. No habría ningún problema, un bando de la alcaldía y la fiesta al lunes por mero imperativo legal; podría surgir algún que otro disidente, pero como el "enfoque empresarial" estaría conforme, las empresas cerrarían el lunes y abrirían el martes, de modo que los disidentes serían, sencillamente aplastados. Como, y además, lo que pasa en el pueblo de Cómodo Centón le tiene sin cuidado al pueblo de al lado, pues que le den morcillas al pueblo del Centón. Pero imaginemos que "el santo" salta de su altar y sale a la calle a increpar a los "empresarios creyentes"; aquí la cosa se complicaría, ya que como se lo explicaría el empresario a su madre, la cual lleva toda su vida celebrando la fiesta local cuando cae, ¡y basta!.

Pero se imaginan ustedes que diría Cómodo Centón si este año, que el día de San Cómodo cae martes, se viera obligado a celebrarlo el lunes, y el cumpleaños de Cómodo, que éste año se celebra un miércoles, queda obligado el Centón a celebrarlo un lunes. Aunque esto del santo y del cumpleaños tendría solución fácil; lo llamaríamos el "lunes de los santos y de los cumpleaños", de modo que todo el pueblo, independientemente de cuando fuera el día de su santo y el día de su cumpleaños, tendría que celebrar santo y cumpleaños el "lunes de los santos y los cumpleaños", naturalmente por imperativo legal y bajo sanción crematistica así como y penal para los reincidentes.

Aún se podría complicar, si aún es posible, el asunto. Podríamos celebrar, si el uno de enero fuese un jueves, el principio de año el veintisiete de diciembre o el cinco de enero, dependiendo de que LUNES DE FIESTA fuese designado.

-IV-

¡Claro está que ésto no es así!, llevarlo allí donde Cómodo Centón quiere llevarlo para que el toro pille a todos los postulantes de los LUNES DE FIESTA, quienes dirían ¡que no!, que unas fiestas si y que otras fiestas no.

Pero, exactamente... ¿qué fiestas se integrarían en el LUNES DE FIESTA?.

Bueno, dice Cómodo Centón, todo es cuestión de voluntad política versus monetaria. Así, convenciendo el "estado" a la "iglesia" para que, a cambio de una subvención, viniese a decir la "iglesia" que el Espíritu Santo ha descendido sobre el Vigilante-Jefe de Roma (para los ilustrados "Obispo de Roma" también conocido como "Papa") y le ha dicho que desde ahora, y por orden del Padre, se instaura el LUNES DE FIESTA; aunque habría que contar con alguna que otra herejía, pero bueno... poca cosa. El argumento sencillo y de fácil comprensión: en "lo divino" no consta ni tiempo ni espacio.

Aunque también sería de aplicación contraria: en "lo mercantil" si consta tiempo y espacio", porque enchufar y desenchufar una máquina cuesta dinero.

-V-

Pero..., ¿por qué solo las fiestas?

¡Y las vacaciones!.

Se podría, igual que el "lunes de fiesta", elegir el MES DE FIESTA; todo el país de vacaciones los mismos treinta días.

Claro..., se podría objetar. ¿Y si todos estamos de vacaciones, en qué hotel me podría alojar, en qué tienda podría comprar, en que tren podría viajar, en qué gasolinera podría nutrir a mi coche?, pero... no habría luz, ni agua, éstas empresas estarían cerradas por vacaciones..., y de los nacimientos estando sus madres de vacaciones, y de los muertos estando las funerarias de vacaciones, ¿qué?.

Pero todo lo anterior no importa, lo realmente importante es que podamos reducir el coste de enchufar y apagar una máquina, dice Cómodo Centón.

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