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Se ha celebrado en Vitoria la XXI Reunión Nacional de Jueces Decanos de España, donde dos son, al parecer, los asuntos más interesantes allí tratados. El primero de ellos hace referencia a la implantación del Partido Judicial Único por provincia, y el segundo al COPAGO EN LA JUSTICIA.
Quiere CÓMODO CENTÓN, antes de proseguir por el proceloso mundo de la Justicia, dejar bien claro que cuanto sigue es una mera opinión, donde el ánimo reside en exponer un postulado, que se tiene por verdad en opinión de Cómodo Centón, y que se emite haciendo uso de palabras contenidas en el Diccionario de la Academia de la Lengua Española, por tanto legales y válidas, y sobre cuya interpretación existe libertad de expresión, la cual no se debe confundir con la interpretación sensiblera personal y su deriva en un abuso de poder.
Dice el Juez Decano de Alicante JUAN CARLOS CERÓN que en la citada antes reunión de Vitoria se ha acordado que deberían implarse tasas pedagógicas o disuasorias sin carácter recaudatorio en situaciones concretas para reducir la litigiosidad de los tribunales, para de tal manera reducir el número de reclamaciones abusivas, reiterativas, banales o carentes de fundamento, y añade que no todos los asuntos tienen que acabar en juicio, lo cual colapsa los juzgados.
Lo primero que dice CÓMODO CENTÓN es que a nadie obligan a ser "juez", y ese juez no es capaz de hacer su trabajo, es un "vago", si lo que tiene es un exceso de trabajo, le quedan dos salidas, dejar de ser juez o bien organizar una huelga. Pero lo que es una "sirvergüenzonería" rutilante es decir vamos a cobrar diciendo que no cobramos sino que educamos. Pero no se escandaliza por esto Cómodo Centón, ya que es cierto que los jueces, apoyados en la legislación vigente, y haciendo uso de su "autoridad", curan las heridas de su sensible piel mediante la disuasión de si me insultas vas a la cárcel. Está claro que si un humano insulta (en opinión de ese juez) a un juez, lo que se juzga es "juez y parte", aunque el "juez sensible" no juzgue pero juzga un "juez compañero". En estos casos, debería de existir un juzgado presidido por un "no juez" que advirtiese de la existencia de la verdad dicha o del insulto dicho.
Lo que escandaliza a Cómodo Centón es esa afirmación de JUAN CARLOS CERÓN sobre que la reclamación de Cómodo Centón a la justicia sea calificada de abusiva, reiterativa, banal o carente de fundamento; esto si que es un insulto a Cómodo Centón, pero Cómodo Centón no es una autoridad..., y por otra parte, sin duda, AQUÍ HAY COPAGO, decir lo contrario es mutar la verdad en mentira. Porque además de pagar Cómodo Centón, con su trabajo, la Administración de Justicia cuando no se usa, hay que pagar cuando se usa. Y cuando ésto sucede, Cómodo Centón NO COPAGA sino que PAGA DOS VECES, residiendo en esto la mentira de la ley.
Porque a Cómodo Centón le molesta, ¡si!, le escandaliza tener que pagar cuando la ley le obliga a renovar el pasaporte, y se escandaliza cuando tiene que pagar si pide un certificado al catastro, y porque ha pasado toda su vida pagando a la oficina de pasaportes y a la oficina del catastro por no usar ninguno de tales servicios, se escandaliza cuando requiere de estos servicios y le cobran, y se escandaliza cuando, tras haber pasado toda su vida pagando a la sanidad, un día le dicen que tiene que pasar la noche sobre una camilla y en un pasilllo.
Todo COPAGO es un escándalo, afirmar lo contrario es una expresa y manifiesta mentira, aumentada si tal viene dicha por un ilustrado universitario, dice Cómodo Centón.
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