martes, 2 de mayo de 2017

03584-51.POLÍTICA: 01.El mito de los cien días

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03581 (01.05.2017 - 01.El tránsfugismo político)

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      ¿Qué se puede hacer en cien días cuando "alguien" ocupa un cargo?

      La respuesta, por evidente, no debería de hacerse, pero... NADA.

      Pretender hacer "algo" en cien días de gobierno es.... como pretender dejar de chupar de la teta de mama en cien días de vida. Cómodo Centón prometió, cuando nació, dejar de chupar de la teta de su mama en un plazo de cien días... pues no lo consiguió; ¿fracasó Cómodo Centón?

     Lo cierto fue que la mama de Cómodo Centón siguió dándole la teta a su hijo, porque en el fondo de su corazón de madre sabía que lo que dijera su hijo al nacer era, tan solo, el resultado de la ignorancia de su hijo al nacer. 

    ¿Para qué, entonces, sirven los primeros cien días de gobierno?

     Todos los que acceden a un cargo político guardan, en el bolsillo interno de su chaqueta, la promesa de hacer algo, es como una obsesión, como la obsesión de dejar la teta en cien días, y en ese tiempo los opositores y los periodistas solo tienen una obsesión... ver si en cien días dejó la teta o ver qué ha hecho el nuevo responsable en cien días de gobierno. Parece que tales días sean esenciales en la capacidad físico-intelectual del NUEVO CARGO POLÍTICO, parece ser que no cumplir en cien días lo que la humanidad no ha cumplido en 10.000 años, sea el paradigma de la esencia fracasada, y parece ser que el Nuevo Cargo carezca de existencia en esos cien días. 

     ¿Y después de los cien días, qué?

     Sí en cien días hizo el Nuevo Cargo lo que dictó su esencia, parece que podrá existir el Nuevo Cargo en su cargo el resto de los años que le quedan por delante, de forma que si en cien diás se ha cumplido lo que dijo... ¿qué necesidad hay de establecer periodos de cuatro, cinco o seis años para ocupar un cargo?

   Ciertamente sería estupendo poder convocar elecciones cada cien días, ya que de cumplirse la esencia en el cargo en cien días, con varios periodos de cien días todos los problemas de la existencia estarían resueltos, de modo que en un año estarían resueltos todos los problemas de la esencia. 

    Lo de los cien días es como un EXAMEN que le hacen al Nuevo Cargo aquellos que jamás se han examinado tras cien días en un nuevo cargo. AQUELLOS se presentan como los sabios del saber sin tener conciencia de su ignorancia...; ¿qué descubrió Cómodo Centón tras cien días de darle al pezón de su madre?; que tenía más hambre. ¿Y si AQUELLOS le hubiesen hecho un examen...?, ciertamente no estaba Cómodo Centón para examen alguno tras estar cien días succionando del cálido pecho de su madre. 

    VEAMOS: tras cien días de gobierno bastante tiene el Nuevo Cargo si ya ha aprendido dónde esta el urinario en el palacio presidencial, dónde hacen las fotocopias los funcionarios, cómo se llama la señora de la limpieza del palacio presidencial, qué escalera tiene que tomar para llegar a su despacho presidencial, a qué hora sirven el desayuno y que hay detrás de "esa" puerta de la segunda planta del palacio presidencial, entre otras cosas que son tan existencialistas como esenciales. Porque si desconoce todo lo anterior... ¿cómo es posible gobernar más allá del palacio presidencial?

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