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Parece ser que las ventas de cómics ya son lo que eran y además sus ventas, parece ser, han caído. Lo primero que ha hecho Cómodo Centón es saber que es un CÓMIC, y ha descubierto que es un TEBEO; cuando Cómodo era niño no leía tebeos porque no los soportaba, los tebeos eran para "niños retrasados" pensaba El Centón, y si había que leer nada como un libro; el resultado fue que Cómodo Centón compró dos libros al cumplir catorce años, con cien pesetas que le dio su madre, La Segunda Guerra Mundial y La Gestapo, iniciando de tal modo sus lecturas hasta la eternidad y con total desafección por tebeos y cómics.
Los TEBEOS son unos planfletos que contienen héroes de pacotilla que recuerdan los dibujos de las iglesias en la Edad Media, es decir, se dibujaba porque las personas no sabían leer, y de igual modo sucede con los tebeos, se dibuja por las personas no saben leer, o no se enteran de lo que leen, o carecen de capacidad mental básica para leer y comprender lo leído.
Esos TEBEOS traducidos a CÓMICS suelen contener cierta deficiencia mental, sexo de mierda, violencia sin fin, chulos y putas entrelazados con chuloputas y putaschulos, inteligencia cero, infinita ignorancia, problemas personales de adaptación, bastante paranoia, y una infantilidad adulta tan profunda como eterna.
Pero parece ser que, no bastando lo anterior, que los HÉROES han mutado en SUB-HÉROAS, principalmente de CHICOS a CHICAS, y que ahora en vez de ser "el" quién se la folla a "ella", es la chica la que se folla al chico, de forma que ahora son los "chicos" los que gritan de placer, mientras las "chicas" se mantienen en silencio contenido. Y se pregunta Cómodo Centón si todo esto empezó con aquello de la bruja buena y el príncipe malo....
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