03613-152.ALICANTE: 20.Historia: 03.Blanca del azul mediterráneo

DOCUMENTO ANTERIOR

03611 (16.05.2017 - 19.Historia: 02.Blanca del azul mediterráneo)

DOCUMENTO POSTERIOR
03626 (22.05.2017 - 21.Historia: 1850-1874)
03615 (17.05.2017 - Góspel en la Diputación)

       Desde la misma puerta de La Asegurada podrás ver en su conjunto LA IGLESIA DE SANTA MARÍA, la joya de Alicante, antigua mezquita, mandada purificar por Jaime I de Aragón y dedicada a Santa María Asunta en el año 1247, siendo conocida como Santa María de la Mar. En 1484 el edificio sufrió un incendio que acabo con todo su interior. La actual fábrica, pues, tiene su origen en el siglo XIV y se apoya en un terraplenado contenido por un fuerte muro que la protegía de las embestidas del mar. El aspecto exterior del templo es liso, sobrio, conteniendo en sus tres puertas elementos ornamentales. Destaca la central, por su tamaño y características, facilitando el acceso al templo; consta de dos pisos, en el inferior las columnas están exentas del cuerpo de la fábrica y sostienen una cornisa que se curva en su centro, por debajo de la cual el dintel de la puerta se sitúa a la altura de los capiteles de las columnas. El piso superior es más ligero, los pedestales dan lugar a columnas que guardan el conjunto así como soportan imágenes, situándose en el centro de este conjunto una hornacina que acentúa el claroscuro de sombras y luces, guardando la imagen de una virgen de la Asunción. Todo el conjunto se presenta fuertemente ornamentado; también las puertas laterales que dan acceso a una capilla y al baptisterio. El edificio se encuentra terminado en dos torres, viéndose en una de ellas una pequeña ventana que da a una sala y que fuera, en otros tiempos,, lugar de refugio de los perseguidos por la ley. El interior de la iglesia es un conjunto gótico, con arcos ojivales, bóvedas de crucería, columnas jerarquizadas, y que presenta un equilibrio que carece de tensiones, de planta única, con predominio longitudinal. Las capillas laterales son el resultado de la perforación de los contrafuertes, quedando unidas por medio de arcos peraltados, dando lugar a nuevas naves que acrecientan el sentido longitudinal de la planta y permiten un efecto deambulatorio que todo buen paseante debe ejercer. Interiormente presenta una serie estancias, en la cabecera nos encontramos con la antesacristía, la sacristía, el aula capitular, el antecoro y el coro. En los laterales se suceden capillas, destacando la de La Inmaculada y la pila bautismal.

      LA CONCATEDRAL DE SAN NICOLÁS que hoy conocemos se empezó a levantar a comienzos del siglo XVI, es monumento nacional y se presenta como pieza excepcional de la BLANCA DEL AZUL MEDITERRÁNEO. Edificada sobre un antiguo templo cristiano que fuera conocido como La Iglesia de Fora, al hallarse extramuros, y asentado sobre una antigua mezquita. Es de planta latina conforme al Concilio de Trento, quedando el sentido longitudinal de la nave dividido en tres tramos de iguales dimensiones, siendo el ancho un tercio del total de la longitud. En el tercio de los pies de la iglesia se pueden ver diversas capillas, ocupado el cuadro central por el crucero y la proyección de la cúpula, y conteniendo el tercio de la cabeza el altar mayor y un ábside que lo bordea. El edificio presenta un primer piso, donde se sustenta un órgano. Este orden estrictamente académico de todos los elementos se dispone en el exterior, con paredes lisas y sobre ellas los pórticos, que no dejan de ser bajorrelieves, con influencias manieristas y sin ornamentación. Queda adosado a la edificación un claustro hoy profundamente violentado pues el ajardinamiento que poseía se ha integrado como plaza adoquinada dentro de la trama de la ciudad. No obstante y por los restos del citado claustro se abre una puerta resuelta en bajorrelieves, utilización de elementos abstractos y con predominio en los mismos de la asimetría; da esta puerta a LA CAPILLA DE LA COMUNIÓN, levantada a finales del siglo XVI, apenas terminado el recinto principal del templo. Se construye sobre una cruz griega, predominando el muro sobre la columna, estando iluminada por la luz penetrante por las ocho ventanas sobre las cuales se sitúa, propiamente, la cúpula. Todo el entramado es del modo barroco.