martes, 16 de mayo de 2017

03611-151.ALICANTE: 19.Historia: 02.Blanca del azul mediterráneo

DOCUMENTO ANTERIOR
03609 (16.05.2017 -18.Historia: 01.Blanca del azul mediterráneo)

DOCUMENTO POSTERIOR
03613 (17.05.2017 - 20.Historia: 03.Blanca del azul mediterráneo)


     Entramos en la PLAZA DEL AYUNTAMIENTO, que se presenta como el marco de actuación de todas aquellas celebraciones oficiales que la corporación municipal considera como apropiadas. La actual configuración de la misma arranca de los años cincuenta del siglo XX, y tuvo su transformación como consecuencia de los estragos causados por la explosión de una armería que en uno de los ángulos de la misma había. Se llamó Plaza del Mar por encontrarse en ella el edificio del Consulado del Mar y que como consecuencia de los daños que sufriera por la citada explosión fue demolido; este edificio de estilo neoclásico daría pie a todo el movimiento arquitectónico, que se irá describiendo, del siglo XIX en Alicante. La plaza antes fue triangular y entonces recibió el nombre de Alfonso XII, luego se llamó del Dieciocho de Julio y en la actualidad, con su nombre de Plaza del Ayuntamiento, es un cuadrilátero  con una edificación unitaria en tres de sus lados, que quiere seguir a la misma estructura del neoclásico y del herrerianismo, arquitectura esta que unifica todos los valores del imperio español, con la subsiguiente influencia castellana. En el cuarto de los lados de la plaza se levanta EL PALACIO MUNICIPAL, que allí mismo existió hasta 1691 en que fuera destruido por una escuadra francesa. Se extendieron las obras de la nueva casa consistorial a lo largo de todo el siglo XVIII, siendo su presencia en Alicante un hecho singular. De planta rectangular, presenta los lados de mayor longitud con fachadas a las plazas, mientras que los laterales dan a pasajes. El número de plantas del Ayuntamiento es de tres. La inferior destinada a zaguán y accesos, la segunda contiene la función corporativa y representativa, destinándose la tercera a servicios. En el frontispicio es de apreciar una singular organización rítmica en los tres diferentes cuerpos en que podemos dividir la fachada. En el inferior se sitúan los cinco huecos de acceso al recinto, guardando entre ellos la debida jerarquía, actualmente los dos menores son ventanas. La central aparece flanqueada por columnas salomónicas pareadas y exentas, sostenidas por una basa y adornadas por una ornamentación variada, que culminan en capiteles de orden compuesto. A ambos lados de la puerta principal se abren dos puertas de menor envergadura donde el dintel de la mayor es sustituido pro arcos, bordeándola una columna apilastrada a cada lado, levantadas sobre basas y mostrando unas estrías que la recorren en sentido diagonal, cerrando el conjunto capiteles y cornisas así como la correspondiente ornamentación. En el segundo cuerpo vemos una primera serie de balcones de grandes dimensiones y vuelos, cubiertos con frontón quebrado y culminados con la debida ornamentación ya mencionada, sobre ellos un espacio vacío nos muestra el antiguo escudo de la ciudad y nos acerca a la última planta, donde se pueden apreciar influencias del estilo rococó en la serie de balcones allí expuestos. Termina la edificación en un antepecho de piedra. La gran pieza central de puertas y balcones se haya custodiada, a ambos lados, por sendas torres que rompen con la horizontalidad del edificio, cuyo cubo de remate presenta las aristas achaflanadas y envueltas con un tratamiento rococó.

     LA ASEGURADA, hoy Museo de Arte Contemporáneo, antes Centro de Enseñanzas Medias, Escuela de Comercio, Archivo Notarial y Cárcel, y en su origen, allá por la segunda mitad del siglo XVII depósito de harinas; su fachada presenta tres huecos en cada una de las tres plantas, siendo destacable el pórtico dórico de acceso. En su interior un conjunto repetido de crujías y arcos de medio punto y carpanel, imprimen un espacio permeable e inédito.

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